Situación Actual de las Redes Regionales de Fibra Óptica en Perú: Retos y Oportunidades
- Alfredo Arn
- 27 mar
- 2 Min. de lectura
La implementación de las redes regionales de fibra óptica en Perú ha avanzado, pero persisten retrasos significativos. Inicialmente, se proyectó conectar 21 proyectos regionales, pero solo 10 están operativos actualmente, con los ocho restantes pendientes para mediados de 2025. Estas demoras afectan principalmente a regiones como Cusco, Piura, Tumbes y Cajamarca, donde contratos incumplidos han ralentizado el despliegue. A pesar de los esfuerzos, la brecha de conectividad en zonas rurales sigue siendo crítica, especialmente en la sierra y la selva, donde la penetración de fibra óptica es inferior al 10% en áreas como Amazonas y Loreto.
La administración de estas redes ha enfrentado múltiples retos, incluyendo denuncias de tráfico no autorizado en infraestructura estatal. En Cusco, por ejemplo, se detectó que empresas privadas utilizaban la red de transporte pública para fines comerciales sin permiso, lo que ha llevado a investigaciones por parte de la Contraloría. Además, la empresa Gilat Networks, encargada de proyectos en Cusco, Ayacucho y Apurímac, incumplió con la entrega completa de la red, lo que resultó en la no renovación de su contrato. Estos casos reflejan una falta de supervisión eficiente y posibles fallas en los mecanismos de licitación y ejecución.
Un tema clave es la integración de las redes regionales con la Red Dorsal Nacional de Fibra Óptica (RDNFO), que actualmente opera solo al 8% de su capacidad. Expertos proponen un modelo unificado para evitar duplicidad de costos y mejorar la eficiencia, pero la RDNFO enfrenta problemas de tarifas elevadas y baja demanda, lo que la hace poco atractiva para operadores privados. Mientras tanto, las redes regionales han recibido una inversión mayor (US 1,500millones frente a los US 330 millones de la RDNFO), lo que sugiere que podrían ser más viables si se gestionan de manera independiente.
El despliegue privado de fibra óptica ha crecido exponencialmente, alcanzando 91,000 km (80% del total nacional), frente a los 21,000 km financiados por el Estado. Operadores como Telefónica, Bitel y América Móvil dominan el mercado, mientras que las redes públicas enfrentan subutilización y competencia desleal debido a su inflexibilidad tarifaría. Esta disparidad plantea dudas sobre la eficacia de los proyectos estatales y la necesidad de reformar su modelo de negocio para evitar que queden obsoletos frente a la infraestructura privada.
Aunque el acceso a internet ha aumentado (9 de cada 10 peruanos están conectados), la calidad en zonas rurales sigue siendo deficiente. Las redes regionales buscan cerrar esta brecha, pero requieren políticas públicas más eficientes, como la simplificación regulatoria y la colaboración multisectorial para impulsar servicios complementarios (telemedicina, educación digital). Además, se necesita un operador especializado que gestione las redes estatales de manera temporal mientras se define un modelo sostenible a largo plazo.
Las redes regionales de fibra óptica en Perú representan un componente vital para la inclusión digital, pero su éxito depende de resolver problemas de gestión, integrarse eficazmente con la RDNFO y competir con el sector privado mediante tarifas flexibles. Si bien el crecimiento de la fibra óptica en el país es notable (Perú es el segundo con mayor expansión global), el Estado debe priorizar la transparencia en las contrataciones y la articulación con otros sectores para garantizar que estas redes cumplan su propósito social: llevar conectividad de calidad a las regiones más excluidas.
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